Uno de los aspectos fundamentales en la redacción académica y profesional es el uso adecuado de la información ajena. Saber cómo integrar fuentes en un texto propio sin caer en el plagio es una competencia clave para cualquier estudiante, investigador o redactor.
Tres de las formas más comunes de incorporar contenido externo son citar, parafrasear y resumir. Aunque a menudo se confunden o usan indistintamente, cada una tiene sus particularidades, finalidades y reglas. La falta de comprensión sobre sus diferencias puede llevar a errores involuntarios, como la omisión de fuentes, el exceso de dependencia o incluso el auto-plagio.
En este artículo analizaremos en profundidad las diferencias entre citar, parafrasear y resumir, con explicaciones claras, ejemplos prácticos y recomendaciones para aplicarlos correctamente en distintos tipos de textos.
¿Por qué es importante distinguir entre citar, parafrasear y resumir?
Cada vez que utilizamos ideas, datos o fragmentos de otro autor, estamos obligados a reconocer su aporte. No solo por respeto a la propiedad intelectual, sino también porque:
- Le damos credibilidad a nuestro texto.
- Ofrecemos transparencia al lector.
- Evitamos el plagio, incluso si no copiamos literalmente.
- Mejoramos la calidad de nuestros argumentos al integrar fuentes relevantes.
Según un informe del Center for Academic Writing (2023), más del 60 % de los casos de plagio en trabajos universitarios se deben a una mala parafrasis o a resúmenes sin atribución, lo que revela una necesidad urgente de formación en estas habilidades.
¿Qué significa citar?
Citar es reproducir de forma literal las palabras de otro autor, utilizando comillas (en citas cortas) o formato de bloque (en citas largas), y acompañando siempre con una referencia que indique de dónde proviene el fragmento.
Se utiliza para:
- Reforzar una idea con autoridad externa.
- Analizar un enunciado específico.
- Mostrar con precisión cómo lo expresó el autor original.
Ejemplo (estilo APA):
“La lectura no da sabiduría por sí sola, pero es el camino hacia ella” (López, 2022, p. 34).
La cita conserva exactamente la formulación del autor, sin cambios ni omisiones. En trabajos formales, no deben abusarse de las citas, ya que el texto propio debe ser el principal.
¿Qué es parafrasear?
Parafrasear consiste en expresar con tus propias palabras una idea ajena, manteniendo su sentido original pero cambiando la redacción. Es una forma útil de incorporar conocimiento sin copiarlo literalmente.
Parafrasear no significa solo sustituir palabras por sinónimos. Requiere:
- Comprensión profunda del contenido.
- Reformulación de la estructura.
- Atribución clara al autor original.
Ejemplo:
Texto original:
“La inteligencia artificial está transformando la forma en que interactuamos con la información.”
Paráfrasis correcta:
Según García (2024), el uso de inteligencia artificial ha modificado significativamente nuestras dinámicas de acceso y uso de la información.
Aunque las palabras sean distintas, la idea proviene de una fuente, por lo que debe citarse. Parafrasear bien demuestra comprensión, pensamiento crítico y habilidad de síntesis.
¿Qué significa resumir?
Resumir implica reducir un contenido extenso a sus ideas principales, usando menos palabras y sin perder el mensaje central. Es ideal para trabajos donde se necesita mencionar muchas fuentes sin entrar en detalle.
Un resumen puede incluir varias ideas de un capítulo, artículo o discurso, siempre manteniendo una visión objetiva y neutral. Como en los otros casos, si el contenido es ajeno, debe citarse.
Ejemplo:
Texto original (fragmento largo):
El informe de la Organización Mundial de la Salud publicado en 2023 destaca el aumento de los trastornos de ansiedad en adolescentes debido al uso excesivo de redes sociales, especialmente en contextos escolares, y propone una serie de políticas públicas para mitigar sus efectos.
Resumen:
La OMS (2023) señala que el uso excesivo de redes sociales se vincula con más ansiedad en jóvenes, y propone políticas educativas para reducir este impacto.
El resumen retiene la esencia del texto, pero en una forma más concisa y general.
Diferencias clave entre citar, parafrasear y resumir
Extensión: Citar conserva el texto original; parafrasear lo modifica; resumir lo reduce.
Propósito: La cita aporta precisión; la paráfrasis, comprensión; el resumen, síntesis.
Estructura: La cita va entre comillas o formato especial; la paráfrasis y el resumen se integran en el cuerpo del texto.
Atribución: Las tres formas requieren citar la fuente, incluso si no se usa texto literal.
Una buena práctica es combinar estos recursos según el objetivo de cada parte del texto: usar una cita puntual para un argumento clave, parafrasear para explicar conceptos, y resumir cuando se presentan antecedentes.
Errores comunes y cómo evitarlos
Usar parafraseo superficial
Cambiar unas pocas palabras sin alterar la estructura o el sentido es insuficiente. Muchas herramientas antiplagio detectan estas “falsas paráfrasis”.
Solución: comprender el texto y reescribirlo desde cero, siempre citando al autor.
Omitir la fuente
Si no se indica la fuente de una idea ajena, se incurre en plagio, aunque no se haya copiado el texto.
Solución: añadir siempre una referencia al autor, con el estilo de citación adecuado.
Confundir la voz del autor con la propia
En textos con muchas referencias, puede ser difícil distinguir qué partes son ajenas y cuáles propias.
Solución: usar marcadores como “según”, “de acuerdo con”, “el autor sostiene que…”, para diferenciar voces.
La importancia de enseñar estas habilidades
Diversos estudios han mostrado que muchos estudiantes no cometen plagio por mala intención, sino por falta de conocimiento sobre cómo parafrasear o resumir correctamente. Según la plataforma EducRed (2025), el 72 % de los alumnos que recibieron formación práctica sobre citación y paráfrasis redujeron significativamente el uso indebido de fuentes en sus trabajos.
Por ello, es fundamental incluir estas competencias en la enseñanza secundaria y universitaria, no solo como técnicas, sino como parte de una ética académica sólida.
Conclusión
Citar, parafrasear y resumir son técnicas esenciales para construir textos informativos, argumentativos y originales. Comprender sus diferencias y saber cuándo utilizar cada una no solo evita el plagio, sino que enriquece la escritura y el pensamiento crítico.
Una redacción responsable no se limita a incorporar fuentes, sino a integrarlas con criterio, honestidad y claridad. En tiempos donde la información circula con rapidez, el respeto por el trabajo intelectual ajeno es más relevante que nunca.