La inteligencia artificial ya no es un concepto futurista: es una herramienta presente en la vida diaria de millones de estudiantes. Entre ellas, ChatGPT se ha convertido en una de las más utilizadas para buscar ideas, resolver dudas e incluso redactar textos. Pero surge una pregunta clave: ¿puedo usar ChatGPT para escribir un ensayo? ¿Y si lo hago, cuenta como plagio? ¿Me pueden sancionar?
En este artículo analizamos esta nueva realidad educativa, con sus matices, sus riesgos y sus oportunidades. A partir de ejemplos, datos recientes y recomendaciones, responderemos con claridad qué se puede —y qué no se debe— hacer con ChatGPT en el contexto académico.
ChatGPT y redacción académica: ¿un atajo o una herramienta?
ChatGPT, desarrollado por OpenAI, es un modelo de lenguaje capaz de generar textos coherentes, responder preguntas complejas o reformular ideas. Su capacidad para producir contenido en segundos ha generado tanto entusiasmo como preocupación en el ámbito educativo.
Según una encuesta de Educause (2024), el 62 % de los estudiantes universitarios en América Latina admitieron haber usado ChatGPT al menos una vez para redactar parte de un trabajo académico. En la mayoría de los casos, se usó para formular ideas, resumir información o corregir estilo.
El problema no está en el uso de la herramienta en sí, sino en cómo se usa y cómo se presenta el resultado final.
¿Está permitido usar ChatGPT para hacer un ensayo?
La respuesta corta es: depende del contexto, de la finalidad y de las normas de la institución. Algunas universidades han comenzado a autorizar el uso de IA con fines de apoyo (investigación preliminar, corrección de estilo), mientras que otras lo consideran una infracción si se utiliza para redactar el texto completo sin indicarlo.
El Código de Ética Académica de la Universidad Complutense de Madrid (actualizado en 2023) establece que el uso de herramientas de IA debe ser declarado y no sustituir la autoría del estudiante. Es decir, puedes usar ChatGPT como ayuda, pero no como escritor fantasma.
¿Es plagio usar ChatGPT?
Aquí es donde todo se vuelve más delicado. Técnicamente, ChatGPT no copia frases de una fuente específica, ya que genera texto nuevo con base en modelos estadísticos. Sin embargo:
- Si copias literalmente un texto generado por ChatGPT y lo presentas como tuyo, estás ocultando el origen real, lo cual puede considerarse plagio de autoría.
- Si el texto generado reproduce estructuras o ideas ajenas sin fuentes verificables, puedes estar cometiendo plagio indirecto o contenido no atribuible.
- Además, la falta de referencias o citas válidas también puede ser evaluada como una mala práctica académica.
De hecho, según datos de Turnitin (2025), el 22 % de los ensayos entregados en universidades con supervisión de IA contenían fragmentos generados por modelos como GPT-3.5 o GPT-4 sin reconocimiento explícito.
¿Cómo usar ChatGPT de forma ética en un ensayo?
1. Para explorar ideas, no para entregar el texto final
Puedes pedirle a la IA que te sugiera temas, te ayude a formular una estructura o te resuma un texto complejo. Luego, debes redactar tú mismo, con tu enfoque y tus palabras.
2. Revisar y reescribir el contenido
El texto que genera ChatGPT no siempre es correcto ni original en sentido académico. Reescribirlo con tu voz, verificar los datos y añadir citas válidas es indispensable.
3. Declarar el uso de IA si se solicita
Cada vez más instituciones piden que se indique si se usó inteligencia artificial. Puedes hacerlo en una nota al pie, en la introducción o en una sección de metodología.
Ejemplo (APA 7):
Texto generado con apoyo de ChatGPT (OpenAI, 2025), revisado y adaptado por el autor del ensayo.
4. Complementar con fuentes reales
ChatGPT no cita fuentes reales ni comprobables. Por tanto, si usas información que proviene de una conversación con IA, debes buscar estudios, libros o artículos que respalden esas ideas.
Riesgos de depender excesivamente de ChatGPT
Aunque puede parecer tentador, dejar que la IA escriba por ti tiene consecuencias:
Pérdida de aprendizaje real: El ensayo es una oportunidad para pensar, investigar, argumentar. Si no lo haces tú, ¿quién aprende?
Errores o invenciones: ChatGPT puede ofrecer datos falsos, citas inexistentes o conclusiones sesgadas.
Falta de originalidad: Los textos generados por IA pueden sonar genéricos y vacíos. No reflejan tu pensamiento ni tu estilo.
Detección y sanciones: Existen herramientas como GPTZero o Copyleaks que detectan si un texto fue generado por IA. Y si la normativa lo prohíbe, podrías tener problemas.
¿Y si combino mi escritura con IA?
Esa puede ser una opción válida si se hace de forma transparente. Es decir, si usas ChatGPT para mejorar tu redacción, aclarar ideas o inspirarte, pero el contenido final lo redactas tú, lo adaptas tú y lo defiendes tú.
Este modelo de “co-escritura con IA” ya se está discutiendo en muchas universidades. Un estudio de JISC UK (2024) muestra que el 35 % de los profesores de nivel superior estarían dispuestos a aceptar el uso de IA si el estudiante demuestra control y comprensión del contenido.
Conclusión
Usar ChatGPT para escribir un ensayo no es, por sí mismo, un acto de plagio o trampa. Todo depende del uso que hagas, del contexto institucional y de tu honestidad como autor.
La inteligencia artificial puede ser una gran aliada si se utiliza con criterio: como apoyo, como guía, como corrector. Pero nunca debe sustituir tu capacidad de pensar, redactar y argumentar.
En tiempos donde la tecnología avanza más rápido que las reglas, el compromiso con la integridad y la transparencia sigue siendo el mejor camino.